04/06/2019
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 9 de cada 10 personas en el mundo respiran aire contaminado y provoca una de cada 9 muertes a nivel global, además de unas 7 millones de muertes prematuras por año.
Entre las consecuencias que la mala calidad del aire tiene sobre la salud se encuentran enfermedades respiratorias, infarto de miocardio, cáncer de pulmón, accidentes cerebrovasculares, entre otras.
Nuestro país no está ajeno a este grave problema. Estudios revelan que en los últimos cuatro años ha empeorado significativamente la polución del aire, llegando inclusive a sobrepasar alarmantemente los niveles aptos establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
El tercer estudio de calidad del aire realizado en Asunción por investigadores del Centro Mario Molina de Chile, reveló que la cantidad de Material Particulado (MP2,5), principal componente tóxico del aire, creció 50% desde 2014.
Esta situación afecta especialmente a niños y adultos mayores, de acuerdo a lo mencionado por el Dr. Juan C. Sisul. Según el médico especialista en enfermedades respiratorias, la alta concentración de MP2,5 genera envejecimiento prematuro de los pulmones en estos grupos etarios.
Según el reporte científico, la flota vehicular en mal estado es la principal responsable de la contaminación. Entre 2012 y 2018 ingresaron al país más de 324.000 vehículos convencionales que superan los 10 años desde su fabricación, límite establecido en la Ley 4333/11.
Durante los últimos años, la contaminación atmosférica ha cobrado relevancia a nivel de legislación en Paraguay. El 13 de febrero de este año el Poder Ejecutivo dictó la reglamentación de la Ley N°5211/14 de Calidad del Aire, mediante el Decreto 1269, que establece como autoridad de aplicación al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible y dispone las medidas a ser aplicadas para la preservación del recurso natural en el país.
Las normativas que regulan la calidad del aire fueron desarrolladas en base a dos diagnósticos publicados en 2010 y 2014 por el Centro de Investigación Mario Molina de Chile, el MADES y Petrobras Paraguay. Estos estudios fueron realizados con el apoyo de la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (CADAM), la Mesa del Aire y la Mesa del Medio Ambiente de la Red del Pacto Global.