07/05/2019
La industria automotriz ha evolucionado para brindarnos opciones de vehículos híbridos y eléctricos propulsados por energía limpia y renovable. La transición hacia este nuevo tipo de movilidad está pasando por un proceso lento y gradual en todo el mundo.
De las 86 millones de unidades matriculadas a nivel mundial durante el 2018, solo el 1,4% corresponde a vehículos eléctricos. En Paraguay también se observa una incipiente transición: de los 286.699 autos importados entre los años 2016 y 2018, sólo 115 (0,4%) son rodados con este tipo de propulsión.
En el Congreso Nacional se encuentra en estudio la modificación de la Ley Nº 4601/12 de Incentivos a la Importación de Vehículos Eléctricos, para incluir a los vehículos eléctricos usados como sujetos de beneficios fiscales.
Los argumentos expuestos para fundamentar esta determinación se basan en la protección al medio ambiente. Celebramos las iniciativas que se realizan con ese objetivo. Nos preocupa, empero, el caso omiso de las autoridades hacia situaciones que afectan negativamente tanto a la salud pública como al ambiente.
Paraguay cuenta con el parque automotor más viejo de Latinoamérica, con una antigüedad promedio que supera 18 años. Es el único país de la región que permite el ingreso de autos usados sin control alguno.
Entre 2012 y 2018 ingresaron más de 324.000 vehículos convencionales que superan los 10 años desde su fabricación, límite establecido en la Ley 4333/11. Mediante cuestionables acciones de inconstitucionalidad interpuestas por importadores de autos usados ante la Corte Suprema de Justicia, se tergiversa el objetivo de la Ley.
El descontrolado crecimiento del parque automotor impacta directamente sobre la salud. Según el estudio de monitoreo del aire en Asunción, realizado por el Centro Mario Molina de Chile en 2018, la polución del aire aumentó considerablemente en los últimos 4 años.
El Material Particulado 2,5, principal componente tóxico del aire, creció 50% desde 2014. Este porcentaje sobrepasa por mucho las medidas permitidas por la Organización Mundial de la Salud. Según el reporte científico, la flota vehicular en mal estado es la principal responsable de la contaminación que afecta especialmente a niños y adultos mayores.
La ausencia de control pone en riesgo la vida de la población. Se permite la habilitación de todo tipo de automotores. Gran parte de estas unidades no reúne los requisitos mínimos de seguridad para transitar.
Apelamos a la coherencia de las autoridades para que resuelvan los problemas urgentes y actuales.